
Basado en hechos reales, Matar
al mensajero, nos muestra los entresijos del periodismo de investigación y
la dificultad que conlleva una tarea tan solitaria, ingrata y peligrosa. Enfrentarse
a la desconfianza de los propios colegas, arriesgar la reputación y padecer la
injusticia del descrédito promovido de las más altas instancias, son
situaciones que no arrugan a Gary Webbs. Son los esfuerzos denodados de un
David contra un Goliath imposible de vencer.
Película notable, con una muy buena interpretación de Jeremy
Renner y que todos los periodistas en ciernes, e incluso curtidos, deberían ver
para comprobar cuanto honor y probidad hay detrás de una actividad tan sagrada como es contar
la verdad.