domingo, 7 de junio de 2015

The americans (Serie)

Durante la administración de Ronald Reagan la guerra fría se recrudece y el proyecto militar americano, llamado “la guerra de las galaxias”, para crear un escudo anti misiles, reactiva las actividades de los espías de la KGB soviética en tierra estadounidense.
La serie trata de la vida de los “ilegales”, una pareja de espías rusos que han sido entrenados para introducirse en la sociedad americana y pasar desapercibidos al formar un típico matrimonio americano con dos hijos menores. Los niños desconocen las actividades de sus padres que mantienen una tapadera profesional como propietarios de una agencia de viajes. Son el mayor objetivo de la brigada antiespionaje del FBI, pero son escurridizos y muy difíciles de localizar.
Sus actividades se basan en el engaño, la variedad de personalidades que asumen para evitar ser descubiertos, las mentiras e incluso su propia prostitución por el amor a unos ideales grabados a sangre y fuego en sus mentes y en sus corazones. A veces, el ritmo de vida americano les tienta, pero siempre se tienen el uno al otro para volver a retomar el camino y el trabajo que les ha sido confiado, aunque las dudas aumentan a medida que ven crecer a sus hijos, sobre todo en el hombre, ya que la esposa en mucho más radical en sus convicciones políticas.
Escrita por un ex agente de la FBI, The Americans es una serie que también describe con mucho realismo los entresijos de la Agencia Estatal Americana que vela por la seguridad de sus ciudadanos, los movimientos en la embajada rusa, las decisiones políticas que pueden alterar el devenir de la historia, etc.
Está inconclusa, pues la cuarta temporada todavía no ha llegado a España, pero las tres primeras bastan para apreciar su calidad.
Buenos actores, y muy buena caracterización de las tipologías soviéticas. Molestan a veces los diálogos en ruso que están subtitulados, pero es un mal menor en aras al realismo.
Una serie que da una buena medida de la guerra fría durante ese periodo y, si bien es bastante maniquea, no por ello deja de tener un relativo interés histórico y sobre todo es muy, pero que muy entretenida. Notable alto.

American Crime (Serie)

    En un pueblo americano se comete un brutal crimen. Un joven matrimonio es atacado en su propia casa. El hombre fallece y la esposa es hospitalizada en estado de coma. Él, un ex veterano de la guerra de Irak, un hijo modelo y un ciudadano ejemplar… Ella, una ex miss y reina del Instituto; en definitiva, la familia modelo americana que todos quisiéramos para nosotros y nuestros hijos.
     La policía detiene a un hombre de color como principal sospechoso del crimen y a dos cómplices.
Ahora bien, lo que en principio puede tratarse de una serie con ciertas dosis de thriller, de pronto se convierte en un crisol de razas. Las tipologías de los personajes son tan variopintas que nos parece estar asistiendo a una sesión de la ONU.
     El sospechoso es de color, con rasgos occidentales, drogadicto y con una novia, drogadicta también, más blanca que un prado después de una copiosa nevada. El primer cómplice es un mejicano, delincuente habitual que se dedica al trapicheo en un país en el que está ilegalmente y al que se le busca en su país de origen por asesinato. El segundo cómplice es un menor, mejicano también, que vive con su padre viudo y su hermana en los suburbios menos favorecidos de la ciudad.   
Y ahora viene lo mejor. La hermana del sospechoso es una islamista radical que lleva el velo de las mujeres árabes durante los once capítulos de la serie. Militante islámica, lidera un movimiento para la liberación de su hermano, apelando a un pretendido victimismo por razón de raza y religión. La novia del sospechoso es una joven de familia bien que ha sido adoptada de niña, pero que sale contestaría y rebelde. Abandona su familia y se sumerge en el mundo de las drogas con su pareja de color, renegando de la familia que la crió.
     Pero todavía no he acabado. En la casa de la víctima se descubre un alijo de drogas que lleva a la policía a determinar que el asesinado era traficante. Su esposa, en coma durante la mitad de la serie, y con afasia y amnesia cuando despierta, una redomada ninfómana que se acostaba con todo bicho viviente con la anuencia de su marido. La madre de la víctima una racista e intolerante que trata de que el fiscal añada a los cargos el crimen por racismo. El ex marido de esta última, un ludópata que había abandonado a sus hijos cuando eran niños y que quiere redimirse. El hermano de la víctima, un soldado destinado en Europa que tiene una relación  sentimental con una asiática para ahondar más en el racismo de su madre.
     ¿Debo continuar? … Con todos estos ingredientes que puede salir de ahí… Una serie de televisión que, de forma inaudita, resulta sosa, sin sustancia y carente de ritmo…. Resulta una tremenda paradoja que un guiso con esos ingredientes resulte tan decepcionante, para bien o para mal.
     Pretende ser una tremenda crítica al racismo que al final, y por las personalidades tan esperpénticas de sus protagonistas, acaba resultando cómica.
Lo mejor de todo es que la historia finaliza en el capítulo 11 y no tiene más temporadas.

José M. Ramos.