Los sórdidos tejemanejes de la CIA y su implicación en casos
muy turbios, tales como la vinculación del tráfico de drogas en centro América a fin de procurar fondos para sufragar bajo cuerda, y a espaldas del Senado, la guerra
encubierta contra los movimientos procomunistas del cono sur americano,
descubiertas por un periodista de un modesto periódico de San José.
Basado en hechos reales, Matar
al mensajero, nos muestra los entresijos del periodismo de investigación y
la dificultad que conlleva una tarea tan solitaria, ingrata y peligrosa. Enfrentarse
a la desconfianza de los propios colegas, arriesgar la reputación y padecer la
injusticia del descrédito promovido de las más altas instancias, son
situaciones que no arrugan a Gary Webbs. Son los esfuerzos denodados de un
David contra un Goliath imposible de vencer.
Película notable, con una muy buena interpretación de Jeremy
Renner y que todos los periodistas en ciernes, e incluso curtidos, deberían ver
para comprobar cuanto honor y probidad hay detrás de una actividad tan sagrada como es contar
la verdad.