Autobiografía del periodista y
escritor Eduardo Zamacois Quintana, nacido en Pinar del Río,
Cuba, 17 de febrero de 1873 y fallecido en Buenos Aires, el 31 de diciembre de
1971.
Escritor de relativo
prestigio. Su longevidad – falleció con 98 años–, le permitió vivir todas las
vicisitudes de finales del siglo XIX y tres cuartos del siglo XX, por lo que
este libro es una crónica indispensable para el estudioso de la literatura en
España e Hispanoamérica de esa época.
Por las numerosas
páginas del libro circulan personajes de la talla de Galdós, Benavente, Blasco Ibáñez,
Valle Inclán… etc., y múltiples referencias a otros protagonistas de la
farándula, la política, las artes, etcétera.
Él, como individuo, fue un crápula y un mujeriego. Adúltero hasta
límites insospechados, tenía un amante en cada puerto, cometía fraudes para
paliar sus dificultades económicas y se regodea de ello en el libro, contando
todo con pelos y señales. La edad parece que no es un motivo de arrepentimiento
para una vida tan disoluta y libertina. Pero sus aventuras, sus mujeres, sus timos y sus mentiras, son lo
menos interesante del libro, aunque nos dan una medida de la mentalidad e
idiosincrasia de un escritor bohemio que vive el presente sin preocuparse del
futuro ni de las responsabilidades que deja tras él.
Vivió el apogeo de
las revistas literarias, donde participó como redactor y director. Viajó
numerosas veces a los países de centro y Sudamérica. Se codeó con
dictadorzuelos de ese continente, se salvó de la muerte milagrosamente en la
guerra civil y se vio envuelto en mil y una peripecias que narra con prosa
sobria y memoria admirable.